Tratamientos estrella

EMDR. Trauma y apego

EMDR es un acrónimo de Eye Movement Desensitization and. Reprocessing, en español, Desensibilización y Reprocesamiento por medio de Movimientos Oculares. También se puede realizar con estimulación auditiva o táctil.

Es una técnica terapéutica que busca imitar el funcionamiento del cerebro en la fase REM del sueño. Se pretende no solo desensibilizar, sino alcanzar la reestructuración cognitiva de las creencias disfuncionales y la reelaboración de las experiencias traumáticas. Tú y tu cerebro tomareis el control del proceso.

En sus principios se utilizaba sólo con personas que sufrían algún cuadro dentro del espectro de estrés post traumático y en la actualidad se utiliza también para diferentes aspectos del trauma que generan perturbación en tu presente asociados a los problemas que tienes en la actualidad.

La técnica como tal no se aplica desde la primera sesión, ya que es un proceso largo con sus sesiones de evaluación, intervención y tratamiento como cualquier otro tratamiento de terapia psicológica. No se realiza por teléfono. 

Trauma

Hay muchas definiciones de trauma, es un evento que excede tu nivel de tolerancia, de tal manera que te sientes incapaz de prevenir, detener o procesar de manera efectiva, por tus medios habituales, una serie de estímulos psíquicos dañinos o incluso de reestablecer tu estado de equilibrio anterior.  Te has expuesto a algo tan estresante para ti que te sobrepasa. Suelen ser experiencias repentinas, intensas, incontrolables e impredecibles cuyo resultado es altamente negativo para ti y te afecta a un campo entero actual.

Normalmente cuando ocurre un trauma suele quedar grabado en tu memoria con los olores, la imagen primera, las emociones y pensamientos de ese mismo momento en que sucedió. El trauma no procesado correctamente genera estrés y síntomas prolongados en el tiempo.

Apego

¿Qué pasa aquí? Que habitualmente si has vivido un abuso de confianza, una pérdida potencial o real y/o una falta de cuidados básicos emocionales y/o físicos de las personas que tenían que cuidarte, se desarrollan una serie de actitudes nocivas que puedes ir acarreando a lo largo de los años y te afectan al desarrollo de tu presente en todos los ámbitos. Las situaciones son incontrolables…

GRUPO POBLACIONAL

Desde los 18 años en adelante
Adolescencia tardía, adultos y mayores

Adolescencia Tardía

Desde los 18 hasta los 21 años se considera adolescencia tardía. Es una época vital en la que comienzan a integrarse las propiedades más contradictorias de tu personalidad. Tu autoconcepto tenderá a pender menos de la comparación social y de manera general empiezan a aceptarse los contrastes de temperamento tendiendo a ser más estables los rasgos del yo. Habrá una estabilización de tu autoestima marcada por una menor dependencia de los criterios externos. Pero… ¿y si ya tienes 18 años en adelante y aún no? Es importante estudiarla porque juega un papel clave en el desarrollo abarcando un contenido en constante evolución, por lo que la valorización que se hace de uno mismo es resultado tanto de tu análisis como de los eventos de éxito y fracaso relacionados con diferentes retos. Los significados que el adolescente adjudique a los sucesos ambientales, de historia de vida e internos formarán parte de la adaptación.

¿Qué se consideran problemas psicológicos? Pues el resultado de intentar solucionar inconvenientes, trabas de la vida que terminan causándote un malestar más grande. A veces el hecho de luchar contra los elementos es el mismo problema. ¿Y qué tal aceptar? Adaptarte cada día a situaciones nuevas cuesta y en ocasiones dispones de las herramientas necesarias, pero no las encuentras. Pregúntate ¿esto que estoy haciendo me acerca a mis valores o me aleja de lo que quiero? A veces has estado años afrontando los eventos de la misma manera y ahora no te sirven. Todos tenemos una historia de aprendizaje, conductas y pensamientos automáticos aprendidos y quizás en el presente necesitemos crear otros, o modificarlos, entender de dónde vienen porque cada momento vital está envuelto en un contexto diferente.

Adultos

Mayores

¿Por qué pongo mayores y no vejez? Porque vejez contiene connotaciones negativas. Sí es cierto que cada día vamos envejeciendo y también al mismo tiempo creamos conexiones
neuronales nuevas, aptitudes, gustos, amistades, motivaciones… A este proceso llegamos gradualmente a nivel biológico, psicológico y social y el hecho de tener cambios en un plano no significa que se tengan en otros. Abogo por un crecimiento activo donde integres tu vida como un todo que derive en una satisfacción plena dentro de las circunstancias individuales. Potenciemos la resiliencia, el optimismo, el sentido del humor, la esperanza, el mantenimiento cognitivo, las estrategias nuevas para afrontar los nuevos retos: el crecimiento personal. Emociones y relaciones positivas. Atención a tus logros y la capacidad que tienes de enseñar a los demás. Sois un ejemplo de vida.

PUEDO SER TU GUÍA Y PERMANECER A TU LADO PARA SENTIR BIENESTAR.

*TRATAMIENTOS ESTRELLA*

FIBROMIALGIA

«Me dicen que parezco la pupas. ¿Cuándo me vas a decir que no te duele nada?» (como si dependiese de mí). Me duele todo el cuerpo. Me cuesta coger el sueño. Me levanto agotada y eso que he dormido algo.  Me he despertado muchas veces. Al levantarme tengo el cuerpo  agarrotado. Vaya neblina mental que llevo…Tengo que cuidarme mucho que me da la migraña en el ojo y la cabeza. A veces pierdo el equilibrio. Me golpeo con todo… Camino y me fatigo pronto. Me hago esguinces con facilidad. Ay mi pobre columna… los olores a veces ni los soporto… mis ojitos secos (si sólo fueran los ojos los que están secos…). «Qué raro que te duela algo»  me dicen… Sudo a chorros. Hace tiempo que no quedo con mis amigos y para una vez que me decido porque llevo unas horas mejor y vamos de marcha, en casa me sueltan: «¡para eso no te duele!» (y me compensa hasta sentir más dolor con tal de hacer vida más normal…). Me apunto todo porque se me va… Sigo escuchando de profesionales, que no se actualizan, que este trastorno no existe…Menos mal que otros siguen formándose cada día.  A veces me siento plof…».

 ¿Te suenan frasecitas de estas?

Puedes tener hasta 100 síntomas, depende de las horas, de los días, del descanso, del ejercicio, de los pensamientos, de la humedad, de lo que nos rodea y de quiénes nos rodeemos… Es multifactorial.

Lo mejor es sentirse acogida (lo suelen padecer más las mujeres), sentirte no juzgada, hablar con libertad, aprender técnicas. La respiración controlada y el ejercicio aeróbico, estiramientos ayudan mucho. Romper tus ciclos para descubrir que hay vida incluso con la fibro. 

El término FM (fibromialgia) es el último de muchos nombres utilizados desde el siglo XIX; se usaron términos como: Puntos Sensibles, Dolor Muscular, Myitis, Fibrositis, Fibromiositis Nodular, Reumatismo Psicógeno. Estas denominaciones cayeron en desuso.

Fibromialgia

En los años 90 la ACR (American College of Rheumatology) estableció unos criterios de clasificación basados en la presencia de dolor crónico generalizado y determinados “puntos dolorosos”. Ulteriormente, el término FM fue reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1993 y tipificado en su manual de Clasificación Internacional de Enfermedades: la CIE-11. 

Entre las novedades del CIE-11 está el paradigma de los síndromes de Sensibilidad Central (Fibromialgia) incluido con el código MG30.01 dentro del dolor crónico generalizado musculoesquelético.

Su causa es desconocida y se caracteriza por dolor crónico generalizado durante más de tres meses, localizado, entre otros, en el aparato locomotor. La fibromialgia pertenece a los trastornos de sensibilización central, pudiendo presentar desadaptaciones sensitivas y emocionales. Además del dolor, puede haber fatiga intensa, problemas de atención, concentración y memoria, “neblina mental”, mucho cansancio, rigidez articular, parestesias, sequedad generalizada, cefaleas, sensación de tumefacción, deterioro en la calidad del descanso y del sueño… puede haber hasta cien síntomas, uno sólo o varios a la vez. ¿En qué te afecta? Principalmente a tu vida cotidiana y laboral, la calidad de vida queda reducida y se suele unir a sufrimiento.

Uno de los propósitos de la terapia psicológica es obtener mejor calidad de vida, disociar dolor de sufrimiento, aprender a vivir con mayor bienestar dentro de esta situación que te ha tocado vivir y que fluctúa dependiendo del día. Somos una parte de un enfoque multidisciplinar que sirve de apoyo a esta enfermedad.

DOLOR CRÓNICO

«No puedo ni con mi alma. Me duele todo aún al despertar. Me duele cada hora del día. Cuando no duele esto, duele lo otro. Así cuesta llevar el día a día. No puedo quedar hoy, sólo pensarlo me aterra. Qué asquito de vida llevo. Siempre tomando medicinas, yendo a los médicos… Dependo de los demás para tantas cosas… ¿Qué será de mi dentro de unos años? No tengo quién me cuide…».

  ¿Te suena?

Existen múltiples clasificaciones del dolor. La mayoría de las veces se asocia a sufrimiento, mucha ansiedad, negatividad ante el presente y más hacia el futuro, sobre todo si hablamos de dolor crónico. Éste dura más de tres meses y afecta a tu vida integral, individual, social, familiar, de pareja, laboral… conlleva un montón de respuestas como insomnio,  aislamiento, sensación de incomprensión por parte del resto, rabia, dependencia de los demás, menoscabo de la autonomía, algesia, medicación, límites… y así un sin fin de cosillas que te pueden envolver, ante las que puedes ir en contra o ACEPTAR y aprender a vivir con ellas en la medida de lo posible. ¿Es fácil? Pues no… Para eso estamos, para trabajarlo juntos. Puede llevar tiempo y es variable, unas veces te vendrán bien unas decisiones  y otras veces otras.

Dolor Crónico

Según la IASP Asociación Española del Dolor, se define el dolor como una experiencia desagradable emocional y sensorial asociado a un daño tisular, potencial o real, o descrita en términos de dicho daño.

Es la percepción e interpretación humana del impulso nociceptivo en los niveles más elevados del cerebro. Sin embargo, el sufrimiento es una respuesta afectiva negativa al dolor u otra emoción relacionada con miedo, ansiedad, estado bajo de ánimo o aislamiento. El sufrimiento es una experiencia psicológica. El dolor puede responder a la analgesia, el sufrimiento noPuede existir dolor sin sufrimiento y sufrimiento sin dolor.

Se pueden distinguir cuatro dimensiones del dolor: física, psicoemocional, social y espiritual/cultural. En abril de 2019 la OMS emitió una nueva clasificación internacional de enfermedades, dividiendo el dolor crónico en siete grupos. 1. Dolor crónico primario. 2. Dolor crónico por cáncer. 3. Dolor crónico postquirúrgico o postraumático. 4. Dolor crónico neuropático. 5. Dolor orofacial y cefalea. 6. Dolor visceral crónico y 7. Dolor crónico musculoesquelético.

ESTRÉS

«Me ahogo. Me cuesta respirar. Se me sale el corazón por la boca. Respondo a los demás bruscamente. Voy como vaca sin cencerro. Me cuesta tener la cabeza en mi sitio. No recuerdo algunas cosas. Voy aceleradísimo. Duermo fatal. Estoy agotado. Mis tripas me la juegan.»

¿Te suena?

Algo te sobrepasa y te genera malestar. También influye cómo respondas ante ello…Hay muchas definiciones del estrés dependiendo del enfoque. La traducción coloquial es que algo interno o externo te afecta  a nivel fisiológico y psicológico de tal manera que te sobrepasa y no puedes con ello. Tú, el agente «invitado» (que puede ser alguien, algo que te pasa o que vives o vive alguien cercano, cualquier evento…), tus pensamientos y conductas hacen que tus recursos se agoten y lo malo es que a veces tiras y tiras y tiras… Poniendo en peligro tu bienestar. 

¿Es malo el estrés?

No. Es una respuesta de activación, lo menos bueno es cuando esa respuesta se transforma en un continuo, es como si la alarma del móvil en lugar de sonar unos minutos estuviera sonando sin parar durante días.

¿Qué le pasa a mi cuerpo? Al principio empiezas a notar taquicardia, disminución de la presión sanguínea y de la temperatura, pérdida del tono muscular. Pero cuando lo empiezas a mantener en el tiempo, empiezan los “hiper”: todo lo anterior aumenta. Cuando ya llevas mucho tiempo viviendo con ese estrés, se está cronificando, el cuerpo se ha habituado: los síntomas anteriores desaparecen porque ese estresor lo afrontas de otra manera. Pero como consumes mucha energía en ello, dejas de afrontar con la misma calidad los otros estresores vitales… Estás en la etapa de resistencia: empieza a faltarte la energía. Si continúas más aún en el tiempo, vuelven los síntomas, el cansancio se transforma en agotamiento, la memoria falla… Digamos que la batería está al mínimo porcentaje de carga.

Pierdes el equilibrio vital. Realizas cada día adaptaciones a nuevos eventos, pero cuando consumen tus recursos o no sabes cómo utilizarlos, se produce lo que llamamos estrés (socialmente nos referimos a una situación alargada en el tiempo). La terapia psicológica te ayuda mediante la evaluación cognitiva a averiguar qué agentes te rodean, cómo respondes, con qué afrontamientos cuentas y cuáles puedes crear. Aliviar ese malestar emocional provocado por el estrés (distrés) que suele ir acompañado de ira, ansiedad, miedo y/o depresión, preocupación, pérdida de control percibido y negación.

Estrés

La respuesta es extraordinaria, implica esfuerzo y produce una sensación subjetiva de tensión, supone un incremento de la activación y un cambio en los estados emocionales. Se puede ver el estrés desde diferentes enfoques, como una respuesta, analizando el estímulo que lo provoca (agente estresor), desde los pensamientos que generamos ante determinados eventos, es decir aquello que media entre algo que nos lo genera y cómo respondemos. Percibimos una demanda (que consideramos estresor), median unos pensamientos y emociones y se produce un patrón de respuesta a nivel fisiológico, psicológico, cognitivo y emocional; cuando creemos no disponer de las herramientas necesarias o no sabemos utilizarlas, esta respuesta se mantiene en el tiempo. Se produce una reacción de alarma cuando nos exponemos ante situaciones repentinas a las que no estamos acostumbrados.

AUTOESTIMA

«No valgo para nada. Es por mi culpa. No me lo merezco. Lo que diga el resto, yo me adapto… Los demás piensan de mí esto… Prefiero callarme. No me veo capaz. Salgo con mi pareja porque así me siento importante. No me hago valer…»

¿Te suena?

Se define la autoestima como las autoverbalizaciones descriptivas, formadas por pensamientos adaptativos o desadaptativos que, a su vez, pueden elicitar emociones pudiendo éstas discriminar ciertos comportamientos que influirán en los pensamientos y las autovaloraciones.

Autoestima

La autoestima aparece utilizada para reflectar la valoración general de un individuo sobre su valía propia formada por emociones, cogniciones, recuerdos y percepciones corporales propias, así como las conexiones con los demás, cimentado en la infancia o la adolescencia de manera dinámica a lo largo del proceso vital.

El auge de este término se da a partir de los años sesenta del pasado siglo. Desde hace más de treinta años se fomenta el estudio de la autoestima incidiendo en el desarrollo de las fortalezas promocionando los vínculos sociales.

¿Qué tal van tus pensamientos? ¿Y cómo te hablas? ¿Vemos de quién te rodeas? ¿Eliges situaciones más positivas para fomentar tu bienestar? ¿Cómo vamos de habilidades sociales?

Atención: en el dolor influyen experiencias no físicas; se produce cuando hay un desequilibrio entre las vías nociceptiva y la antinociceptiva endorfinérgica. (Qué palabrejas, ¿eh?). Cuando llegan a distintas áreas corticales del sistema nervioso central (SNC) se producen respuestas físicas, sensaciones desagradables, emociones con componentes sensoriales, cognitivos y afectivos. Hay un estímulo, se recibe en los receptores nociceptivos y lo transforma en un potencial de acción. El umbral de dolor depende de a qué receptor nociceptivo se refiera (cutáneo, músculo articular y visceral). Ante el estímulo se liberan sustancias que pueden activar al nociceptor o modificar su sensibilidad.

Y también influye qué experiencias hayas tenido anteriormente con el ámbito del dolor.

Te he resumido en unas líneas información que igual te ayuda o no. Lo importante es aprender a vivir con el dolor y qué hacer cuando además del mismo, va ligado a inmovilidad (ahí es cuando más nos paralizamos en general por el miedo y ansiedad que pueden producir los pensamientos).

Hay técnicas que ayudan mucho como la relajación, hablar con una persona profesional y desahogarte, compartir y sentirte aceptado sin ser juzgado.